Heinz Bodamer (nacido en 1927) asistió a las clases de Baumeister de 1946 a 1950. Trabajó como diseñador publicitario y como dibujante y grafista independiente en Stuttgart.
Al comienzo del semestre de verano de 1946, la Academia de Arte de Stuttgart en el Weißenhof estaba medianamente restaurada. Los alumnos habían colaborado sustancialmente en la reconstrucción.
Gracias a los trabajos que había entregado fui admitido en la clase de pintura, y en un principio me inscribí en la clase del profesor Steisslinger. Pero pronto me di cuenta de que mi decisión no había sido acertada, a pesar que el profesor Steisslinger era considerado un pintor de pura sangre y era muy apreciado. Después de un semestre me cambié a la clase del profesor Baumeister y fui su alumno desde el semestre de invierno de 1946. Mis estudios con el profesor Baumeister duraron ocho semestres, hasta 1950. - Mi primera sensación fue que los alumnos de Baumeister pintaban de maneras muy variadas, lo que me impresionó desde el comienzo, pero más aún lo hizo Baumeister en toda su persona.
Las tablas didácticas muestran la doctrina fundamental de la enseñanza de Baumeister, si no recuerdo mal, y fueron concebidas para una exposición de la Academia en el Weißenhof. Con esta doctrina básica como fundamento, Baumeister profundizó y amplió luego la escuela superior que estableció en su libro Das Unbekannte in der Kunst (Lo desconocido en el arte). Cuando este se publicó, en 1947, lo leímos con avidez. Cuarenta años más tarde releí su libro con el mismo entusiasmo y ahora contemplo sus cuadros de una forma artística nueva, con íntima comprensión.
Baumeister dijo una vez que sus cuadros debían entenderse como simples diagramas. Esta expresión se puede entender fácilmente, pero en mi opinión eso es precisamente lo más difícil, meditar solo con formas y colores, con una pintura pura.
En 1951 realicé un viaje de estudios a París gracias a una carta de recomendación de Baumeister. A continuación seguí siendo alumno de Heckel y Grieshaber en la Academia de Arte de Karlsruhe, donde obtuve una beca para la Academia de Arte de Roma. En una estancia de estudios en Londres visité a Henry Moore.
(Extracto de una carta a Wolfgang Kermer de 12 de diciembre de 1987, citado de Kermer, 1992, p. 182)