Mis más sinceras felicitaciones por su cargo en Fráncfort. Es incluso una gran satisfacción personal para mí, pues lo recomendé enérgicamente para otros puestos que lamentablemente no prosperaron ... Lamento mucho que lo perdamos en Stuttgart. Pues la enseñanza no es asunto menor.
Adolf Hölzel dirigió estas palabras a su antiguo alumno Willi Baumeister a finales de 1927, después de que en noviembre fuera convocado por la Escuela de Artes Aplicadas (Städelschule) de Fráncfort del Meno.
Su nombramiento estuvo precedido por varias exposiciones importantes durante los años veinte en París, Berlín, Mannheim y otras ciudades, y por la renuncia a un cargo de profesor en Breslavia en 1927. En esta época surgió su amistad con importantes artistas de vanguardia como Le Corbusier, Fernand Léger o Amedée Ozenfant. En 1929 rechazó incluso una oferta de la Bauhaus de Dessau.
Sin embargo, el principal motivo por el que fue contratado en Fráncfort fue su papel como uno de los más destacados tipógrafos de su época. Desde 1919 había contribuido en gran medida –junto con artistas como Walter Dexel, Lázlo Moholy-Nagy o Kurt Schwitters– a que el grafismo publicitario tomara un nuevo rumbo. Su mayor éxito en este contexto fue su participación en la exposición del Werkbund en Stuttgart Die Wohnung (La vivienda) en 1927, de cuyo carácter innovador es testimonio hasta hoy la colonia Weißenhof.
Tareas en Fráncfort
El 1 de abril de 1928 Willi Baumeister asumió su cargo como profesor en la Escuela Municipal de Artes Aplicadas de Fráncfort del Meno. Esta institución, también conocida como Städelschule, se contaba entre las escuelas reformadoras más relevantes de su época, y en poco tiempo se convirtió en el centro del nuevo diseño. Pero Baumeister no enseñaba aquí pintura, asignatura que impartía Max Beckmann, sino que se le confió la dirección de la clase de dibujo publicitario y tipografía. En octubre de 1928 fue nombrado catedrático, y a partir de 1930 se encargó también de las asignaturas de tejido y fotografía.
Arte y arte aplicado
El hecho de no haber sido contratado como pintor en Fráncfort no fue percibido por Baumeister en modo alguno como un desaire. Al contrario, el dibujo publicitario tenía para él tal importancia, que en un membrete de 1924 incluso renunció a hacer mención a la pintura. Unir el arte y lo cotidiano, abandonar la separación entre arte aplicado y liberal, fue desde el cambio de siglo el objetivo declarado de numerosos pintores, grafistas y arquitectos, y condujo entre otras cosas a la fundación del Deutsche Werkbund (Asociación de Artistas Alemanes) en 1907 y la Bauhaus en 1919.
Esta idea de síntesis era uno de los principios y contenidos fundamentales de las clases de Baumeister. El entonces director de la Escuela de Artes Aplicadas, el Dr. Fritz Wichert, justificó el nombramiento de Baumeister a finales de 1927 señalando que el pintor pertenecía a
... una corriente artística que se había propuesto por tarea principal la claridad y la lógica rigurosa de la imagen. Esta posición se corresponde con los objetivos de nuestra escuela también en la medida en que puede armonizar perfectamente con las aspiraciones de la arquitectura moderna.
Baumeister como actor de la política artística en el corazón de la arquitectura
Además de Stuttgart, Fráncfort también estaba en el primer plano de la actualidad en lo referente al urbanismo moderno en Alemania. Desde 1925 Ernst May (1886-1970) fue urbanista de la ciudad e inició, entre otras cosas, el amplio plan de construcción de viviendas titulado Neues Frankfurt (nuevo Fráncfort), en el que participaron varios arquitectos progresistas y en cuyo contexto May puso de relieve la importancia central de implicar todas las artes en la solución de la cuestión social. El arquitecto y Baumeister –que eran prácticamente de la misma edad– trabajaron mano a mano desde diferentes perspectivas en la consecución de un consenso social.
Por consiguiente, no se puede considerar el trabajo de Baumeister solo en su aspecto artístico, sino también en su componente político. May y Wichert consideraban que el papel de Baumeister en el proyecto era formar a una generación de grafistas que supiera responder a los fenómenos sociales de la Alemania democrática, una tarea que sin duda era su vocación y para la que se sentía preparado.
Así, además de su actividad como profesor, a partir de 1930 Baumeister también se hizo responsable del diseño de la publicación das neue frankfurt, fundada en 1928, una de las revistas más importantes de la refundación cultural del Estado.
Contenidos de la formación
En 1929 Baumeister esbozó los contenidos de sus clases, donde la inclusión de la fotografía puede considerarse como una clara orientación hacia el futuro:
Formación general en el tratamiento artístico de las superficies. Composiciones elementales en blanco y negro, color, línea, escritura, figura, fotografía. - Dibujos de desnudos. - Diseños para el conjunto del ámbito publicitario, teniendo en cuenta los métodos de reproducción.
Formación técnica en composición, impresión, grabado en madera y en linóleo.
El taller de encuadernación proporciona la formación técnica en todas las ramas de este oficio.
Clases complementarias de publicidad, estudio de los materiales, teoría de los colores e historia del arte.
Está previsto incluir un taller de fotografía.
Cursos nocturnos para asistentes de imprenta con clases de composición, impresión tipográfica, grabado en madera y en linóleo.
Aparte de sus manifestaciones sobre la tipografía, de estos años se han conservado pocos testimonios propios de Baumeister, a diferencia de su época docente después de 1945. Pero citemos aquí las palabras del director Fritz Wichert:
El profesor Baumeister intenta formar a sus alumnos ... en la utilización de leyes generales de la superficie y protegerlos de la negligencia dominante siendo rigurosamente exigente en cuanto a la composición de colores y de figuras. ... Todo lo que sucede [en clase] está encaminado a combatir a fuerza de elegancia y maestría la caída de este ámbito de creación en lo vulgar y lo falto de arte.
Esta valoración coincidía en gran parte con las apreciaciones de la mayor parte de la prensa y la crítica de arte de Fráncfort.
También es interesante la manera en que los estudiantes de esa época vivieron las clases de Willi Baumeister. Su alumna Marta Hoepffner se expresó sobre este punto después de 1945, en un artículo dedicado a sus estudios en la Escuela de Arte de Fráncfort.
... no es asunto menor
La clase de Baumeister de dibujo publicitario y tipografía era de las más concurridas de la Escuela de Arte. Entre 1928 y 1933 tuvo que atender a un promedio de 27 estudiantes. Adolf Hölzel (véase arriba) tenía razón entonces; Willi Baumeister escribió en 1932 a Oskar Schlemmer:
Desde la mañana estoy continuamente agobiado corrigiendo a 25 alumnos, ejerciendo además un control casi escolar sobre la puntualidad, apuntando a los que no traen justificante, advirtiendo, regañando, en fin, un espantoso trabajo de sargento. Además, los complicados talleres, los grandes talleres de composición, fotografía, pulverización, impresión, diseñar diplomas para la ciudad, supervisar la impresión, responsabilizarse ... Dos tardes tengo largos cursos para principiantes y clases de moda. Me quedan las otras tardes, en las que puedo trabajar ... o en las que se puede decir que pinto de forma marginal. Por la noche en casa a veces hago un esfuerzo y me dedico al dibujo a lápiz. Mis dibujos, en especial los nuevos, son lo mejor que he hecho hasta ahora. ... Si algún día me libero de esta tortura, estaré al menos bien entrenado, como el corredor que se entrena corriendo con pesas de 10 libras para deshacerse de ellas en el sprint final.
Por otra parte, no se debe pasar por alto que Wichert tenía evidentemente cada vez más dificultades para aceptar a un artista abstracto junto a Max Beckmann, pintor posexpresionista orientado hacia lo figurativo, lo que dañaba aún más la situación de Baumeister. Además de ello, desde 1929 ciertos sectores de la prensa de Fráncfort polemizaban a menudo en contra de Baumeister.
En vista de la fuerte carga de trabajo, disminuyó el número de pinturas producidas en esos años, mientras que aumentó la cantidad de dibujos. No obstante, Baumeister siempre se tomaba tiempo para concebir nuevas ideas pictóricas, como demuestran las fotografías del estudio de en torno a 1932. De todos modos, se sabe que más tarde desechó muchos trabajos realizados en torno a 1930 por considerar algunas composiciones evoluciones erróneas.
El final abrupto de 1933
Tras el nombramiento de Hitler como Canciller del Reich, el 30 de enero de 1933, los acontecimientos se precipitaron, no solo para Baumeister. Pero no fueron de ningún modo una sorpresa, pues en el ámbito de la cultura ya se habían manifestado tendencias nacionalistas desde los años veinte. El 13 de febrero de 1933 el NSDAP tomó el poder en el ayuntamiento de Fráncfort; pocos días después, el periódico Frankfurter Volksblatt hostigó intensamente a Baumeister, y a finales de marzo Fritz Wichert fue suspendido de su cargo.
El 31 de marzo de 1933, el nuevo director Karl B. Berthold le comunicó por escrito el despido sin preaviso, sin ofrecer ninguna explicación:
Le comunico que de aquí en adelante prescindiré de sus servicios como profesor en la Escuela de Artes Aplicadas. ... Le solicito que ... renuncie a cualquier procedimiento administrativo y que desocupe el que era su despacho para el 8 de abril.
Sobre esto Baumeister apuntó en su diario:
Según la comunicación escrita del nuevo director Berthold, se "prescinde" de aquí en adelante de mis servicios como profesor. Con esto se cierra el capítulo "Fráncfort". ... Nunca fui políticamente activo. (¿Debo hacer algo en contra de esta destitución? No.) Está dirigida contra mi arte "bolchevique". Un arte surgido de la libertad del espíritu. ¿Qué puede haber en él de bolchevique? Muchas cosas se califican como "bolch. y judías". ¿Lo que no puede ser comprendido inmediatamente por los inferiores debe ser ahora estrangulado?
El 7 de abril de 1933 Baumeister regresó definitivamente a Stuttgart. Otros artistas compartieron con Baumeister el destino de la destitución, entre ellos, Paul Klee, Otto Dix, Ewald Mataré, Karl Hofer, Max Beckmann y su amigo Oskar Schlemmer. Sin embargo, Baumeister permaneció en Alemania y no sucumbió a la resignación. Su fuerza creadora se mantuvo inquebrantable, igual que su rechazo hacia los nuevos déspotas.
Aun cuando para Baumeister las puertas no volvieran a abrirse en Alemania hasta el verano de 1945, durante los años de la Segunda Guerra Mundial produjo importantes complejos de obras (véanse los períodos de trabajo 1936-1939 y 1940-1945.) Solo unos pocos meses después del final de la guerra, Baumeister reanudaría su trayectoria como profesor aceptando un nuevo puesto docente en Stuttgart.
La obra de Wolfgang Kermer publicada en 1992 Der schöpferische Winkel. Willi Baumeisters pädagogische Tätigkeit, (El ángulo de la creación. La actividad pedagógica de Willi Baumeister), es una contribución a la historia de la Academia de Bellas Artes de Stuttgart que contiene asimismo una descripción detallada de los años de Baumeister en la Escuela de Arte de Fráncfort (véase la bibliografía ).