La colección de Baumeister de culturas antiguas y no europeas comprende casi 250 objetos. Sorprende la amplitud de la colección en cuanto a ámbitos culturales y períodos, pero también en relación con la diversidad de la función y la ejecución de las figuras, máscaras y otras creaciones.
Las diferentes piezas fueron una fuente de inspiración de la que se nutrió para su arte. El artista subrayó que los antiguos mitos de Oriente Próximo desempeñan un papel particular, pues en ellos se expresan las fuerzas primarias de la vida, que el hombre contemporáneo puede percibir.
Salvada de la destrucción
Baumeister comenzó a reunir su colección a finales de los años veinte y la completó entre 1940 y 1943. Afortunadamente, este testimonio único de la colección de un artista sobrevivió a guerra, pues Baumeister fue trasladando poco a poco los objetos en cajas desde Stuttgart a Urach, donde se refugió cuando la ciudad sufrió bombardeos en 1943. Por otra parte, en Stuttgart tuvo que convivir en la casa semidestruida con miembros de las SS, que primeramente ocuparon una parte de la vivienda y más tarde se apropiaron de toda la casa.